29.10.06

[uno.nueve]

muy lejos de ser la primera, mi noche de domingo se atemoriza ante la llegada de un lunes con probabilidades de catástrofe en mi vida laboral, mi habitación en medio de una leve renovación, un domingo tan activo como hace meses, el cine y su faceta más insípidamente adulta, ganas de un abrazo esta vez con nombre propio y de corta duración y -en la parte más roja de esta sentencia- una plenamente grata confirmación a mis intuiciones profesionales, jotch indudablemente tenía razón y a pesar del evidente estancamiento: "somos quienes somos...". un mes más y devolvemos la mirada objetivamente dirigida.
retomaré mis labores de interiorismo para, según mis cálculos, concluir el domingo con las ya acostumbradas labores domésticas, el miedo comparte mi cama nuevamente esta noche, recemos entonces por la armonía y el orden mental de nuestros "semejantes" -¿o debería decir superiores?-.

28.10.06

[uno.ocho]

atravieso por el que sin duda se perfila como el peor sábado de mis últimos tiempos, he sido víctima de una descortesía que realmente me lastima y que un día como hoy sólo viene a sumarse a una mañana de trabajo verdaderamente patética. el resultado: un estado mental claramente delimitado en el que el afectado mira con tristeza una considerable parte de los fragmentos que conforman su actualidad. nuevamente, nada de qué preocuparse, hágalo en caso de posibles consecuencias en lo que por aquí se conoce como "la dinámica de mis tardes".
tras la tarde -reconociendo que no debería repetir el término- me descubro dentro de un extraño estado de apatía en asuntos amorosos de mediana escala y dentro de una sala de proyección cinematográfica sin más compañía que un poco habitual "combo mediano" y mi chamarra de ya-casi-siempre. el cine me recibió en su faceta más soberbia y manipuladora para hacer de mi regreso a casa, una secuencia de pasos malhumorados, sin aipods ni reflejos poéticos de mi propia vida.
para retirarme, agregaré que a pesar de la evidente feminidad, el trasfondo emocional de la imagen es absoluta y completamente empático.

24.10.06

[apóstrofe.cero.uno]

agradezco profundamente el regalo a quien puede saberse merecedor único. la conjunción de poética y empatía duele mucho, así como el recuerdo de las cosas más bonitas en la vida.

[...]
esas asociaciones aromosas
con la lluvia, los príncipes, las playas.

abandonemos las definiciones
y guardemos un ápice de civil compostura
cuando los pensamientos se vacían,
cuando tomar medidas nos llena de terror,
cuando tenemos hambre de no sabemos qué

y en el fondo nos da lo mismo no comer.

jaime garcía terrés
de la casa por la ventana

23.10.06

[uno.siete]

frente a un terrible declive de domingo habré de confesar que no pude más que suplicar encarecidamente a mi hermano menor que me dejara compartir la mitad de su habitación para hacer de mi noche un evento menos doloroso, creo que a final de cuentas mi objetivo se vio plenamente satisfecho.
después de una considerable cantidad de horas de descanso mi lunes solamente me liberó de aquella enorme resaca moral, dejando la promesa hacia mí mismo de tiempos venideros un poco más limitados y prudentes. agradezco "públicamente" a aquellos capaces de construir mis noches favoritas...
por ahora me quedo en la enorme necesidad de extendidos periodos de sueño, varias líneas anotadas en la lista de pendientes semanales y la promesa del primer twist en la dinámica de about a jotch.

21.10.06

[uno.seis]

minutos antes de encontrarme con mi cama y con una nostalgia aumentada de domingo, me quedo con la enorme necesidad de confirmarme tras los ojos de otros después de una noche de sábado llena de excesos y anotada de manera indudable en la lista de eventos entrañables. desafortunadamente la vanidad me impide sentirme del todo satisfecho...
supongo que tendré una semana no tan vacía, por ahora no quisiera hacer más declaraciones hasta no conocer de cierto la degradación física producto de mi mal comportamiento -para ser honestos tengo bastante miedo de confirmarme como mounstruo-, prometo reportarme de una forma más consistente el día de mañana.

19.10.06

[uno.cinco]

en otra de mis confesiones, observar las historias desde afuera, además de una costumbre, puede -suele- resultar profundamente doloroso para un jotch de vida simple rayando a ratos en lo austera. particularmente hace unos minutos mis ojos se confrontaron con una fotografía en cualquiera de sus dimensiones utópica, y es que tener en frente una historia de amor a simple vista entrañable no hace más que devolvernos a la absoluta conciencia de estar tan lejos como siempre -o como casi nunca- de la misma secuencia que mi cabeza es ya incapaz de reproducir en primera persona.

supongo que para tranquilidad de algunos -o de mí mismo- sería prudente aclarar que este laspo de agudización en el dramatismo de mi propia vida no es de preocuparse, suele permanecer de una forma mucho más disimulada, y es que no todos los días se tiene enfrente justo el paraíso con el que uno sueña para comprobarnos a ciencia cierta cuán lejos vivimos de ahí.

17.10.06

[uno.cuatro]

debo decir antes que cualquier otra cosa que mis ánimos de lunes suelen ser mucho menos tranquilizantes que esto, no pretendo condenarme diciendo que mi vida me provoca una sonrisa desde lejos, sin embargo, tengo un soundtrack de mis días gratamente renovado y un comprobado-hace-a-penas-unas-horas talento para las ciencias exactas.

he decido por ahora que los lunes -a manera de prevención- merecen una reducción sustanciosa en los contactos con el espejo, incluyendo en esta cláusula, un menor cuidado y esmero en el pelo. aceptémoslo, vivir un lunes de vida austera, con la acostumbrada dosis de nostalgia y la entera convicción de parecer un mounstruo es en definitiva lo menos cercano a la salud mental que cualquier humano pretende.

16.10.06

[uno.tres]

sentado junto a la misma sensación de cada noche de domingo, anexo los puntos en la lista de pendientes hacia la semana que inicia: retomar mis trámites de servicio social, actividad que requerirá de una mañana -supongo de miércoles- y mantener un tipo de vida "modesto" dadas mis condiciones como deudor. hasta ahora es todo.
respecto a mi noche de sábado, supongo que es de agradecerse el hecho de que en este momento de mi vida la gran mayoría de mis salidas resulten realmente divertidas en el sentido más básico. un atuendo del cual puedo sentirme orgulloso, la dosis necesaria de bebidas alcohólicas, mucha gente... y es entonces al llegar a la parte en la que uno habita una cama absolutamente vacía cuando surge a nuestros ojos el mismo hueco de siempre, esta vez probablemente subrayado por mis múltiples -y fallidas- intenciones de interactuar con más de algún muchacho que mis ojos de noche juzgaron adecuado. debo confesar ahora que de un tiempo para acá empiezo a sentirme verdaderamente opaco al momento de pretender un primer contacto, probablemente sea solamente una mala racha.
para dar continuidad a mis "entradas" anteriores, diré que uno de los desaciertos de anoche se refiere a aquel joven que fue mencionado al reconstruir los hechos de mi noche de miércoles: seguimos en ceros. ni hablar, me dedicaré a las labores domésticas para reencontrarme con la misma cama a la que desde hace tiempo le hace falta duplicar el peso que soporta cada noche. hasta pronto.

15.10.06

[uno.dos]

debo confesar en secreto que bajo un estado de ebriedad tal y frente a uno de los heterosexuales más hermosos que he visto en mi vida, es difícil permanecer inerte. supongo que fue una linda noche de sábado...

14.10.06

[uno.uno]

dentro de un ligeramente preocupante estado de cansancio de mi vida electrónica, me detengo algunos minutos a la disciplina con la necesidad repetida de sentirme un poco más limpio, aunque debo confesar que mis dedos -a consecuencia- se comportan de manera verdaderamente torpe. puedo adjudicar mi desinterés al cultivo de mi vida social a distancia -espero temporal- a mi desmedidamente crecida necesidad de contacto físico en su sentido más protector y humano, y es que un hecho como tal se observa demasiado lejano por ahora y la almohada empieza a ser insuficiente.

en áreas mucho más ligeras: ¡tengo un accesorio nuevo! favorito en definitiva e impagable en entristecida realidad, supongo que tendré que someterme a un extendido lapso de crisis para poder esquivar el enorme bache que me provoca un capricho como éste, por cierto, hablamos de un hermoso reloj que descubrí hoy mismo tras un aparador y que se coloca en sustitución de mi inseparable acompañante por más de cuatro años...

creo que por el día de hoy debo comenzar el grato proceso de preparación previo a alguna salida nocturna del tipo mediana, tengo una mínima sensación de angustia, supongo que nada nuevo, veremos mañana cómo salieron las cosas, una disculpa enorme a mi blog si mis letras en esta ocasión resultan insuficientes o vacías, lo repito, atravieso una etapa difícil en mi relación con las máquinas y los cables.

12.10.06

[uno.cero]

nuevamente a horas en las que la gente habitualmente convive con un profundo sueño, sólo quiero sentir que el orden en mi cabeza será suficiente para poder abordar mi cama ininterrumpidamente.
mi obsesiva -o debería decir caprichosa- búsqueda de accesorios se vio plenamente satisfecha esta mañana; un día laboral absolutamente ordinario, esta vez privativo de unas profundas intenciones de visitar el cine y, un breve paseo nocturno en el que se subraya mi racional intento de convencerme que el periodo de sorpresa con un desconocido que no rebasa los límites de lo imaginado -aunque sí provoca evidentes ganas de estar cerca- debe ser extendido, o bien liberado a la decisión de algún mañana, exprimiendo por un instante esa emoción que provocan unos ojos que intempestivamente se posan sobre los propios. así sin más, esta vez no habrá un intento de mi parte, sin embargo, siempre quedará "el próximo sábado" y -casi siempre- la misma gente.

10.10.06

[cero.nueve]

mis ánimos de encontrarme con el blog se han visto extrañamente disminuídos, no tendría cara para recriminarle a la virgen dolorosa el desarrollo de mi día, al fin y al cabo mi miedo incontrolable de anoche se vio absolutamente exterminado después de la primer sonrisa venida de iván frente a un jotch con las manos escurridas de mojadas.
mis días entonces retoman su orden vacío para recordarme constantemente que lo que se necesita es moverse, y yo por el contrario me encuentro detenido como pocas veces.
por lo pronto mañana antes del mediodía tendré un corte de pelo impecable de nuevo y supongo que mejores aires para mantener a flote la semana, nada de qué preocuparse. esta noche me imagino que un "remedio extendido" -como alguna vez lo dijo una señorita de enorme talento últimamente enrolada de manera asombrosa en una relación empalagantemente rosa, subordinando esta última declaración a mi eterno y poco grato estado de soltería- sería una nueva visita a la casa de los fischer, ellos afortunadamente permanecen en mi vida.

9.10.06

[cero.ocho]

son tales las dimensiones de mi miedo al día de mañana en mi empleo, que declaro -como una promesa- sentirme plenamente satisfecho con mi día si las cosas están simplemente en su orden cotidiano.
debo sumar a mi incipiente lista de pendientes, el adquirir sam's town, objeto que había esperado ansiosamente por un considerable lapso de tiempo y que como consecuencia de la depresión económica no he podido obtener hasta el momento.
me dirijo a mis actividades domésticas que absurdamente comienzan a las doce treinta y pico de la noche, con las manos en señal de rezo y un nudo enorme en el estómago, hasta mañana...

8.10.06

[cero.siete]

había decidido postergar mi encuentro con este blog para ver si en el transcurso del día algún suceso extraordinario llegaba para demostrarme que los domingos son más que un cúmulo de horas lentas, pegajosas, tristes y de un olor muy poco grato, no fue así.
me descubro entonces con mi única esperanza de un lunes ordinario, con mi memoria cinematográfica que gracias al cielo no ha perdido su vigencia y con el propósito firme de no repetir jamás la dinámica de este fin de semana.
por hoy ni siquiera las bermudas y los aparatitos musicales se mostraron para hacerme creer que un ligero paseo por la colonia llena de silencio haría de un pedazo del día una escena un poco más memorable. tomaré un baño vacío de planes para la semana, ¡bueno! acabo recordar que he decidido lanzarme en la búsqueda de un fajín de ésos que se ponen con un esmoquin, buena suerte jotch.
[cero.seis]

empiezo a sentir de manera incontrolada la angustia de lo sucedido hoy por la mañana, la idea de un lunes de trabajo me colapsa del miedo y me hubiera gustado mucho -como ya es costumbre- tener un atuendo y una actividad especiales a estas horas, ni hablar, juro que esta vez me conformo con la tranquilidad de mis días en un trabajo con un jefe que todavía me quiera.

por otro lado he entablado nuevas relaciones entrañables vía electrónica que me han mantenido aquí ya una considerable cantidad de horas, antes de todo esto y como lo tenía planeado acudí al cine, y debo confesar que en una tarde de ciudad vacía, utilizar ropa tan representativa como discreta y sentarme en las primeras filas de una sala sin mayor compañía que mi reloj de siempre resulta una de las partes que más orgullo me provocan en mi vida.

a manera de compensación por el largo periodo de espera, el cine me entregó esta tarde una obra verdaderamente increíble: una historia llevada al plano visual de una forma tan simple como impecable y un protagonista que se anota indudablemente como candidato en la lista de personajes favoritos. deben creer que me sentí realmente privilegiado después de semanas de invocar inutilmente al cine de regreso en mi vida.

en momentos como éste, sufro lo que llamo "una crisis emotiva" y entonces mis recuerdos son más entrañables, mis amigos más preciados y -por desgracia- mis angustias mucho menos llevaderas.

de fiesta y galas por hoy nada, bendito sea ese cine que nos hace sentirnos sólo nosotros.

7.10.06

[cero.cinco]

después de una increíble noche de viernes y como consecuencia una ligeramente alarmante congestión alcohólica, asistir a mi empleo resultó una labor imposible, mi jefe -una de las figuras más importantes en este momento de mi vida- parece estar muy molesto, no tengo un salario semanal y mis intentos de estructurar mi día han sido inútiles.
por primera vez -y probablemente como respuesta a mis previas declaraciones- el cine decidió hacerse presente de nuevo en mi vida, poniéndome como única condición acudir hoy mismo a su encuentro. supongo que por esta vez sacrificaré una noche de fiesta por dos horas en mi intento de reconciliación con las carteleras. por ahora sólo espero que mis tardes de trabajo no se conviertan -como ya ha sucedido- en repeticiones interminables de miedo y mucho silencio.

6.10.06

[cero.cuatro]

viernes y la cartelera en línea no hace más que recordarme que el cine ha preferido tomar distancia de mí. por ahora mis pendientes no rebasan el dejar una habitación impecable, elegir el atuendo adecuado para un día como éste en el que el frío del invierno ya empieza a hacerse presente y -como ya no es novedad- acudir a un empleo vespertino en el que la sensación de parálisis me visita cada vez con mayor regularidad (supongo que tener un suéter de rayas listo para ser utilizado por la noche debe ser motivo suficiente para comenzar el día rodeado de canciones de ésas que hacen a uno creer que la vida a veces no es tan mala).
[cero.tres]

con la promesa de abandonar las teclas por el día -¿?- de hoy, me quedo con las ganas ya habituales de viernes, sábados, gente y ropas muy especiales. he prometido esta vez que voy a controlar mis instintos después de cada noche para así entonces, seguir en la espera de historias de amor verdaderamente fílmicas.
antes de dormir, mi visita ya planeada a la casa de los fischer, el mismo método previo a la almohada y después mi cama, con la misma pared asfalto de hace tiempo. ¿había mencionado ya que me gusta mucho mi habitación?
[cero.dos]

tengo la firme decisión de convertirme en un profesor de secundaria aunque a cada minuto me siento más lejos de conseguir mi objetivo. por estos días mis noches son mucho más largas que las de cualquier citadino normal y tener un blog en este momento resulta extraordinariamente inspirador -esperemos que la constancia no nos falle-.

el cine últimamente me tiene más que abandonado, yo sin embargo, guardo en secreto una poesía de oriente jamás vista antes por mis ojos para cuando el panorama resulte ya absolutamente vacío.
[cero.uno]

con la sensación -y el miedo- cada vez más latente de estar detenido, vivo mis últimos días tras los ojos de claire fischer. tengo unos anteojos solares nuevos y he dejado -por ahora- de buscar motivos para vestir especial, supongo que sentirme un poco menos mounstruo por el momento es suficiente.