30.12.06

[anual cero.uno] 3rd edition

del dos mil seis y su mejor cara, ésa que casi siempre duele si uno la recuerda. en un ingenuo intento por la enumeración de menos a más.

los tirantes, los fulares, los tenis blancos · el blog ·
mi entrañable vida nocturna · los viernes que inician a las cuatro a.m. · los viajes en el asiento trasero y su felicidad incuestionable · el cine sólo para jotch · la empatía en síntesis con la admiración · un mejor amigo y lo que algunos llaman "mi maestro" · mi concierto favorito · vallarta y la certeza de que la vida puede convertirse en un sueño a veces de más de cuatro días.

en la humana creencia de estar completo declaro tentativamente concluida la primera recapitulación hacia el fin del año.

28.12.06

[cuatro.uno]

la vida que quiero se observa tan lejos como mi habitación y su método. los ciclos por ahora no son más que mis ganas esta vez recíprocas de mejor amigo, listas como promesa, familia en sobredosis y la extraña anestesia que van dejando días tan poco míos como éstos.

la ciudad de méxico me lastima por desconocida y me deja por ahora un saldo de tres o cuatro amores a primera vista de ésos incuestionablemente verdaderos y primarios. el teatro es absolutamente capaz de fabricar dioses tras mis ojos y jotch sigue siendo el mismo hombrecito al acecho tímido de hace años.

el vacío probablemente me permita estrechar mis relaciones con el blog hacia el fin del año. las evaluaciones puntualizadas deberán ser bocetadas primero, con suerte y mi disciplina da para todo eso; mientras tanto me quedo con la escena de una noche de cuatro con mejor amigo y novio incluídos, difícilmente mejorable un futuro que tristemente raya en los terrenos de la imposibilidad...



23.12.06

[cuatro.creo]

transitar entre días tan llenos de desorden y ruído en los que las relaciones personales trascendentes son un milagro no propio de años como éste resulta difícil. el exceso de objetos y pendientes casi por inercia se convierte en un muro y entonces el abismo frente al inevitable ciclo parece menos profundo: la realidad es que extraño y añoro tanto que ya mejor es ni tomar conciencia.
con equipaje sobrado, a medias y en la puerta; unos tenis nuevos y el rencor acumulado hacia la gran ciudad los días no hacen promesas claras fuera de la desconección y las ganas que sólo duelen. las listas y mi blog son la única necesidad realizable tras el primero de los festejos y los deseos no han cambiado desde hace días, por ahora se reducen a una relación -amistosa o no- de mutua y enfermiza necesidad, con suerte y pronto...

19.12.06

[tres.nueve]

dados mis excesos, el recuerdo de mi primer noche festiva de domingo pasó de lo entrañable a lo penoso, recordarme en calidad de tres veces mounstruo trae abajo culaquier detalle memorable de la noche. una vez más me prometo que no vuelve a suceder.
de los días nada... el mismo desorden ya contemplado hacia el fin del año, la constante depresión financiera, amigos que ya ni quedan, toda la ropa sucia y mi latente devoción por los imposibles.
de cara a la última semana laboral del año mis ganas de festejos y planes siguen en cero. enero promete cine -un tykwer brevísimo y esperado de regreso- y disciplina forzosa. lamento la corta emotividad de mi entrada y dejo mis tareas domésticas para otro día. hasta entonces.

14.12.06


[tres.ocho]

del miércoles y mi incapacidad de superarlo, de mis ganas guardadas que ya no caben, de los viajes en asientos traseros como la mejor síntesis de una utopía, de los autos azules, de frida y sus jardines, del sur, de los aipods ahora inescuchables, de los corbatines verdes, del sorprendente poder magnético de la complejidad enfermiza -ahora confirmado-, de la depresión voluntaria, de los escenarios pueblerinos, de la perfección como mérito de mis propios ojos...
del miércoles que se queda hasta el viernes, de la angustia, de las terminales desérticas, de tanto frío, de mis nuevas manos favoritas, de la inevitable regresión, de mi reconocida derrota contra la inteligencia, del imposible embone, de las invariables prioridades...
del miércoles y mi concierto favorito, de la establecida sentencia en la que jotch no está hecho para las grandes historias de amor; del pesimismo del jueves, de la eterna enumeración y de más disculpas.

10.12.06

[tres.siete]

lo compruebo, cumplir años en domingo debería entrar en la categoría de crimen. alcanzo los veintidós en una casa llena de familia, desorden y futbol. desde aquí el panorama amistoso es tan patéticamente vacío que el cuerpo lo confronta entumecido y entonces ya ni siquiera llora.
contrario a cualquier predicción la noche de sábado se almacena indudablemente en la lista de entrañables, esta vez en niveles de rareza realmente superlativos: un atuendo como indiscutible favorito, un aprobadísimo pelo nuevo y grados de alcoholismo nunca antes obtenidos.
la parte triste se origina en el espejismo nocturno y enfiestado que nos hace creer que hay más de alguno cerca. como ya lo dije el panorama es absolutamente vacío y por si fuera poco los únicos dos casos de verdadera relevancia no se caracterizan por la reciprocidad de jerarquías.
agradezco el sábado de ficción y les devuelvo el domingo hasta que me sea entregado con algún acompañante incluído, así no lo quiero.

9.12.06

[tres.seis]

a pocas horas de la noche agendada como deliberadamente cumpleañera, es de meterse en una cajita el hecho de que los tres eventos opcionales no guarden una mínima relación con mi nombre.
entre mi afán consciente y obsesivo por colocarme en crisis emotivas y la inevitable aferración a la posibilidad, parece que el fin de semana no está funcionando y aunque muero de ganas, estoy convencido de que el sueño no sería una decisión sana. una disculpa, a veces suelo comportarme de una forma realmente infantil, de cualquier forma ¿alguien sabe dónde quedó mi cajita?

7.12.06

[tres.cinco]

del miércoles y la amenaza mounstril en el espejo, de la inevitable nostalgia que provoca un auto rojo...
hablar de países ajenos, aviones y hoteles me conduce invariablemente hacia un definitivo lado triste e inseguro de mí mismo.
del miércoles y las horas restantes de mi pelo con el enorme miedo que esto implica.

5.12.06

[tres.cuatro]

agradezco profundamente los consejos respecto a la filosofía cumpleañera, debo confesar que en una persona como yo la decisión de un mes completo de festejo resultaría deprimentemente ambiciosa. quedémonos con tres o cuatro días cercanos al décimo de mes para subrayar las relaciones importantes -si es que las hubiera- y ya vendrán los eventos propios del hombre de rojo que con suerte nos sorprenden gratamente. la premisa de galas con prendas de más es por ahora suficiente.

del lunes y la desidia que con la emotividad ha decidido instalarse junto a cada una de mis prendas de invierno.

cuarón avienta desmedidamente costales de angustia y se convierte en un verdadero maestro del plano-secuencia. jotch vuelve a su condición de mounstruo y eso asusta. vayamos que las labores domésticas y el sueño ya empiezan a perder la paciencia.

3.12.06

[tres.tres]

la víspera cumpleañera iniciada de forma oficial hoy por la mañana ha dejado sus mejores promesas en otros años. esta vez el estribillo ése de que "no importa cómo empiecen las cosas..." se adjunta a prácticamente toda posible idealización deseosa propia del aniversario.
está bien, es domingo y pasan ya las once de la noche, no puedo pretender mejores ánimos dadas condiciones como éstas. del día me guardo la estrecha empatía con meredith grey y mi infinitamente posible bufanda nueva. la noche estelar de fin de semana resultó mucho más festejada y extensa de lo que hubiera esperado por lo que las quejas son objetos intocables y los ignorados puntos en la agenda no han dejado de serlo.
asomándonos desde aquí se aproxima el cine, un trabajo vacío, el jueves de primer festejo, una ausencia a la que no me acostumbro y el enorme hueco de posiblemente más de alguna felicitación. lo repito, mi entusiasmo no trabaja en horas como éstas; de cualquier forma cumplir años en domingo debería ser una práctica legalmente restringida.

2.12.06

[tres.dos]

con una semana a mi regreso el año no hace más que prometer el mismo desorden en cada una de sus últimas gotas. la inconstancia no ha dado para quejas: guardo una figura entrañable desde hace tiempo, una extraña seguridad afianzada, un amigo viajero y esa ausencia de preguntas que directamente conduce a la calma.
el cine me tiene reservadas más de tres horas durante los días entrantes y quiero creer que esta vez será un humilde reparador de los daños ocasionados en manos de scrosese; a final de cuentas siempre he mantenido una mejor relación con cuarón. de jennifer aniston sabemos ya que es mejor no guardar expectativas.
el sábado guarda silencio y mis ánimos no son para mover aguas. el cajón reclama a gritos su carencia de playeras blancas y mi chamarra a rayas se apunta como la mejor cómplice en lo que indudablemente se define como un caprichoso invierno. con suerte y mañana el tiempo nos permite adelgazar los puntos en la agenda.

29.11.06

[tres.uno]

me declaro absolutamente incapaz de un primer encuento a mi regreso con el blog.
la agenda está repleta y la ropa sucia ha vaciado los cajones; la nostalgia ha decidido colocarse como arete para permanecer cerquita y mis ganas por ahora no rebasan los bordes de mi cama. debo suponer que la enumeración sería -dado el exceso- una sensata forma de aproximación a la memoria. de antemano me establezco como absolutamente incompleto.
en un primer y condensado intento los días fueron lo más cercano a un sueño de ésos en los que la felicidad es una realidad incuestionable.
la casa, una puebla entrañable, mi cuerpo en tregua gracias a la costa, la constante confirmación de mí mismo tras los ojos de otros, los vendedores de piñas, un éxito casi ridículo, todas mis ganas, la rutina perfecta, mi cabello como un enemigo ignorado, las mejores galas guardadas en la maleta, mis piernas como el aliado al acecho, la promesa llana de un futuro en plural, el segundo hombre anotado en la lista de privilegiados desmedidamente por un dios cuestionable... la vida sin peros.
hay nada que no pueda agradecer profundamente. la cuidad y el cine están de vuelta, vayamos retomando el ritmo poco a poco.

28.11.06

[desde lejos y en domingo]

difícil hazaña ésa de habitar una casa en donde todo lo que existe se conjuga en un pasado tan cercano como inalcanzable.

-soy víctima de una profunda crisis de nostalgia, hay demasiado por decir. hasta mañana.-

20.11.06

[tres.cero]

michel gondry es el mismo hombre repleto y desordenado de siempre. un tapanco, los pájaros de felpa y un gael de pies congelados son puntos que suman para resultar una cifra desde cualquier perspectiva insuficiente.
el lunes de asueto se me escurre entre las manos y con él mis ridículas ganas de alguna cita insperada. las promesas de veintitrés de noviembre no son hasta el momento más verdaderas y el invierno me sorprendió de narices rojas y un enorme miedo de agudizar las condiciones mounstriles.

19.11.06

[dos.nueve]

había guardado ya durante estos días una serie de conclusiones de ésas que nacen para ser colocadas en un blog, ahora parecen estar extraviadas entre el tránsito de un fin de semana poco memorable.

el domingo es mucho menos sucio y somnoliento de lo acostumbrado y las once de la noche me han sorprendido con ánimos de seis de la tarde, me sigo debiendo un cine al cual por motivos de constancia soy incapaz de expresarle reclamos y las condiciones financieras siguen siendo para provocar miedo.

las promesas de semana entrante son, ante todo, bastante extrañas; supongo que mis enormes ánimos ante un esperadísimo viaje sólo permanecen en reposo mientras las señales se hacen más definitivas, de cualquier forma mi equipaje está prácticamente listo.

retomando: del fin de semana no habrá mucho que decir, guardo la conciencia inconforme de saberme en relaciones amistosas mucho menos aprehensivas de lo que mis métodos reclaman. mi relativamente constante acumulación de fotogramas entrañables es un hecho que no cambia; probablemente la distancia, en éste como en muchos otros asuntos, no sea más que un mejor motivo para sumar ganas e inventar perfecciones.
sigamos por ahora atendiendo al poco habitual dinamismo en mi noche de domingo, dejemos para mañana el cine y las mismas ganas de siempre. extrañamente empiezo a sentir unas enormes ansias hacia la recapitulación bloguera de final de año. me voy molesto ahora con la falta de apertura en la mente de un ciudadano promedio y específicamente aquél en posición de tomar decisiones relevantes para cualquiera de nosotros, no todos los lugares fueron otorgados justamente en esta vida, nada nuevo.

17.11.06

[dos.ocho]

la vergüenza me impide ser más detallado en la descripción de días irresponsablemente ligeros. esta noche jotch renueva convencidamente su ímpetu purificador en el terreno amistoso al mismo tiempo que sonríe con su ropa interior nueva.
la semana extrañamente perece haber extraviado uno de sus días para entregarnos antes de lo previsto la recta final, esta vez sin promesas en el bolsillo ni mis propios ánimos para hacer reclamos. probablemente mañana por la noche el vacío no resulte igual de tranquilizante, siempre habrá un blog lleno de oídos sin dueño. por el momento me declaro absolutamente incapaz de concluir concreta, armoniosa o inteligentemente esta entrada. una enorme disculpa y hasta luego entonces.

14.11.06

[dos.siete]

a propósito de los lunes vacíos como la mejor señal de que uno se cansa y se lastima profundamente con la falta de otra casa con cama y brazos que esperan, esa falta que está siempre pero que se aparece completa en medio de dramas ridículos, inundaciones domésticas y cerros de ropa por lavar.
los restos de dos calambres repartidos en las piernas me acompañan esta noche en la que ni mi propio cuarto es del todo mío.

12.11.06


[dos.seis]

otra noche en la lista de excesos y mi vanidad inmaculada hasta el penúltimo momento en el que un atrevimiento de mi parte me impide sentirme del todo limpio. parece que ya va siendo costumbre eso de los negritos en el arroz y producto de mi ridículamente crecida capacidad de sugestión, sigamos acumulando por el momento noches favoritas en la esfera festiva, las del verdadero amor permanecen tan lejos como aquella iniciada minutos después de las cuatro de la mañana.
cargo entonces y sumada a los encogidos ánimos de domingo, una resaca directamente proporcional a la desmedida dosis de líquidos ingerida. del contenido de mi agenda deberé dejar de escribir por que mi propia desidia empieza ya a provocarme vergüenza.
babel es absolutamente impecable y dos rayitas menos sorprendente dada la dimensión de mi propia expectativa, de cualquier forma y siendo muy precipitados tiene ganado el segundo peldaño hacia la ya conocida lista de final de año, no estoy firmando nada. de entre todos los pedacitos de un verdadero equipo de maestros guardo en la cajita más entrañable el japón, las colegialas sordomudas y un detective asiáticamente apuesto como el mejor símbolo del verdadero amor.
jotch es bien bueno para condenarse a sí mismo, supongo que pedir ser llevado a su casa a un par de conocidos no es para esconder la cabeza ¿o sí?

9.11.06

[dos.cinco]

con una computadora enferma de cables y otra en insuficiente remplazo, mis ganas de palabras a mi recientemente más fiel oído se han visto poco atendidas. el cine sigue presente, parece que ha decidido instalarse por tiempo indefinido y cada vez más prometedor.
chan-wook park me hizo demasiadas promesas hace meses, probablemente las mejores de mis últimos tiempos y es entonces que soy absolutamente incapaz de culparlo por lo que hoy se confirma como un verdadero decrecimiento, de cualquier forma seguiré sintiendome realmente privilegiado.
ayer por la noche y más al sur de la ciudad, christopher nohlan me entregó su última adquisión, y lo digo de esta forma por que realmente considero el hallazgo guionístico su mayor acierto. christian bale es llanamente encantador.
en otras áreas, mi vida social durante esta semana ha sido decididamente inexistente, no hay ni restos de mañanas en promesa y tengo las ganas crecidísimas de ropa nueva. sigamos en eso de liquidar pendientes.
guardo en mi campo semántico una sobrecarga de adverbios, una disculpa a quien resulte necesaria.

7.11.06

[dos.cuatro]

soy víctima de un terrible nudo en las vísceras producto de mi cada vez menos alentadora vida amistosa, parace ser que mi capacidad depresiva decidió hacerse presente tras mi repetida convicción de entumecimiento. en realidad son cuestiones muy distintas, realmente estoy entumido en campos existenciales que no incluyen la sección "personas importantes en la vida de jotch".

tengo encima los restos de cafeína que hace algunas horas me hicieron sentir en niveles disminuidos los síntomas evidentes de alguna sustancia tóxica estimulante, mis ganas de fiesta fueron entonces dignas de aquellos sábados de noche interminable. en estos momentos sólo me quedan las manos lentas, la piel a medio erizar y la indecisión subrayada de casi siempre.

agradezco por último a aquél capaz de hacerme el regalo del hallazgo empático, la poética cotidiana encapsulada en menos de treinta minutos y que mi egoísmo me impide revelar por completo. en mi lunes la ropa sigue sucia y mis ganas de días se me hicieron nada en la última media hora; demos gracias al café y a las sugestiones fundamentadas.

5.11.06

[dos.tres]

un domingo más en el intento de devolver el orden con las palabras. la misma nostalgia es ya no mencionable, mi situación financiera hacia el resto del año es realmente para preocuparse y el armario empieza a sentirse cada vez más solo, la creatividad entonces resulta insuficiente de cansada.
guardo ahora en el estómago esas ganas que quedan tras la controladísima dosis de una primera cita sin promesa de secuelas. esta vez, tomando en cuenta el acumulado historial de áridos encuentros, agradezco la inevitablemente esperanzada nostalgia de un memorable sábado por la noche en el que, al margen de lo mencionado, la existencia casi única de un mejor amigo fue devuelta a mi memoria con la ya conocida porción de emotividad que el hecho implica.
me quedo entonces con el olor de cerquita y las manos que hasta ahora no son mías. me espera el cine y una grata promesa, el mismo empleo, los pendientes acumulados de la agenda, los olvidados y excedidos puntos que algunos me han impedido contar y otra semana de ropas cada vez menos completas...

3.11.06

[dos.dos]

en tiempos de sequía en mi vida amistosa, agradezco infinitamente la existencia tan voluntariosa y egoísta del cine que, así sin más, se aparece para recordarme que siempre habrá un mejor motivo para sentir poesía en eso de estar solo.
almodóvar "vuelve" a mis ojos de una forma tan magistral como honesta, construyendo de penélope casi una diva de ésas de antes que, con evidentes motivos estará "condenada" a reconocer sus raíces y, por encima de mí, debe sentirse inmensamente agradecida con el que ha sido capaz de redimirla con el enorme poder que le confiere el talento.
jotch esta noche se queda con el realismo mágico, el cine atemporal y el almodóvar humilde que reconstruye su camino tras sorprenderse y defraudarse a sí mismo -cronológicamente-, y es en este momento que reconozco la absoluta y arbitraria soberbia en mis declaraciones, al fin y al cabo casi siempre habito salas desiertas y el cine mejor que nadie conoce mis modos.

2.11.06

[dos.uno]

producto de los extraños arranques de lo que algunos llaman cinematográficamente "mi profesor" esta noche almodóvar sigue lejos y mis ganas de volver son cada vez y afortunadamente más intensas, volvamos a prometer que mañana.
dada la cercanía temporal con mi entrada anterior resulta evidente la falta de novedades -si es que en algún momento las ha habido-, por lo que limitaré mi encuentro con el blog a compartir lo que la doctora torreblanca venida a mí en boca de un afamado músico denomina como "teoría de la reventa", y que viene a explicar científicamente declaraciones hechas anteriormente. seamos concretos.
en la enorme necesidad de un tercero uno puede, ingenuamente o no, realizar pequeños intentos que sabe de antemano "pedidos" y con los que uno apuesta a la existencia de las sorpresas, ésas que se dan menos que los milagros y que ocasionalmente sedan la espera para hacerla un poco menos áspera. sigamos esperando entonces al próximo revendedor, con suerte y esta vez nos aprieta las manos un poquito más fuerte y el cine acompañado se vuelve un motivo suficiente.

1.11.06

[dos.cero]
habiendo extendido innecesariamente mi jornada de martes hasta ahora, decido hacer de este blog, una razón suficiente para comprender mi desvelo.
esta vez no habrá quejas de mi parte, la semana -o lo que va de ella- no es tan triste, ni tan vacía, ni tan sola; mis tardes siguen tan detenidamente entrañables como hace meses y ningún desorden resulta accidental, por lo anterior, repito: no habrá quejas.
el cine poco a poco regresa a mi vida, esta vez a cucharadas de un del toro inmaduro en su trabajo como guionista -y señalo mi percepción como absolutamente personal y posiblemente precipitada-, hay cine que "hay que verse" y en mi lista aguarda otro digno representante del rubro, una producción de almodóvar en una faceta tan "adulta" que rebasa mis intereses instintivos, ya veremos.
mi principios de vida en "pareja" -y dejo en claro que me molesta considerablemente la expresión- me obligan a descartar de antemano una enorme lista de actitudes por parte de lo que podríamos denominar "el candidato", supongo también que muy por encima de todo esto cuando uno visita la almohada en compañía del enorme deseo de un tercero con nombre, los principios de vida ya fueron pasados por alto, afortunada o desafortunadamente.
el día de hoy retomo las palabras fragmentadas, a veces la disciplina es lo primero.

29.10.06

[uno.nueve]

muy lejos de ser la primera, mi noche de domingo se atemoriza ante la llegada de un lunes con probabilidades de catástrofe en mi vida laboral, mi habitación en medio de una leve renovación, un domingo tan activo como hace meses, el cine y su faceta más insípidamente adulta, ganas de un abrazo esta vez con nombre propio y de corta duración y -en la parte más roja de esta sentencia- una plenamente grata confirmación a mis intuiciones profesionales, jotch indudablemente tenía razón y a pesar del evidente estancamiento: "somos quienes somos...". un mes más y devolvemos la mirada objetivamente dirigida.
retomaré mis labores de interiorismo para, según mis cálculos, concluir el domingo con las ya acostumbradas labores domésticas, el miedo comparte mi cama nuevamente esta noche, recemos entonces por la armonía y el orden mental de nuestros "semejantes" -¿o debería decir superiores?-.

28.10.06

[uno.ocho]

atravieso por el que sin duda se perfila como el peor sábado de mis últimos tiempos, he sido víctima de una descortesía que realmente me lastima y que un día como hoy sólo viene a sumarse a una mañana de trabajo verdaderamente patética. el resultado: un estado mental claramente delimitado en el que el afectado mira con tristeza una considerable parte de los fragmentos que conforman su actualidad. nuevamente, nada de qué preocuparse, hágalo en caso de posibles consecuencias en lo que por aquí se conoce como "la dinámica de mis tardes".
tras la tarde -reconociendo que no debería repetir el término- me descubro dentro de un extraño estado de apatía en asuntos amorosos de mediana escala y dentro de una sala de proyección cinematográfica sin más compañía que un poco habitual "combo mediano" y mi chamarra de ya-casi-siempre. el cine me recibió en su faceta más soberbia y manipuladora para hacer de mi regreso a casa, una secuencia de pasos malhumorados, sin aipods ni reflejos poéticos de mi propia vida.
para retirarme, agregaré que a pesar de la evidente feminidad, el trasfondo emocional de la imagen es absoluta y completamente empático.

24.10.06

[apóstrofe.cero.uno]

agradezco profundamente el regalo a quien puede saberse merecedor único. la conjunción de poética y empatía duele mucho, así como el recuerdo de las cosas más bonitas en la vida.

[...]
esas asociaciones aromosas
con la lluvia, los príncipes, las playas.

abandonemos las definiciones
y guardemos un ápice de civil compostura
cuando los pensamientos se vacían,
cuando tomar medidas nos llena de terror,
cuando tenemos hambre de no sabemos qué

y en el fondo nos da lo mismo no comer.

jaime garcía terrés
de la casa por la ventana

23.10.06

[uno.siete]

frente a un terrible declive de domingo habré de confesar que no pude más que suplicar encarecidamente a mi hermano menor que me dejara compartir la mitad de su habitación para hacer de mi noche un evento menos doloroso, creo que a final de cuentas mi objetivo se vio plenamente satisfecho.
después de una considerable cantidad de horas de descanso mi lunes solamente me liberó de aquella enorme resaca moral, dejando la promesa hacia mí mismo de tiempos venideros un poco más limitados y prudentes. agradezco "públicamente" a aquellos capaces de construir mis noches favoritas...
por ahora me quedo en la enorme necesidad de extendidos periodos de sueño, varias líneas anotadas en la lista de pendientes semanales y la promesa del primer twist en la dinámica de about a jotch.

21.10.06

[uno.seis]

minutos antes de encontrarme con mi cama y con una nostalgia aumentada de domingo, me quedo con la enorme necesidad de confirmarme tras los ojos de otros después de una noche de sábado llena de excesos y anotada de manera indudable en la lista de eventos entrañables. desafortunadamente la vanidad me impide sentirme del todo satisfecho...
supongo que tendré una semana no tan vacía, por ahora no quisiera hacer más declaraciones hasta no conocer de cierto la degradación física producto de mi mal comportamiento -para ser honestos tengo bastante miedo de confirmarme como mounstruo-, prometo reportarme de una forma más consistente el día de mañana.

19.10.06

[uno.cinco]

en otra de mis confesiones, observar las historias desde afuera, además de una costumbre, puede -suele- resultar profundamente doloroso para un jotch de vida simple rayando a ratos en lo austera. particularmente hace unos minutos mis ojos se confrontaron con una fotografía en cualquiera de sus dimensiones utópica, y es que tener en frente una historia de amor a simple vista entrañable no hace más que devolvernos a la absoluta conciencia de estar tan lejos como siempre -o como casi nunca- de la misma secuencia que mi cabeza es ya incapaz de reproducir en primera persona.

supongo que para tranquilidad de algunos -o de mí mismo- sería prudente aclarar que este laspo de agudización en el dramatismo de mi propia vida no es de preocuparse, suele permanecer de una forma mucho más disimulada, y es que no todos los días se tiene enfrente justo el paraíso con el que uno sueña para comprobarnos a ciencia cierta cuán lejos vivimos de ahí.

17.10.06

[uno.cuatro]

debo decir antes que cualquier otra cosa que mis ánimos de lunes suelen ser mucho menos tranquilizantes que esto, no pretendo condenarme diciendo que mi vida me provoca una sonrisa desde lejos, sin embargo, tengo un soundtrack de mis días gratamente renovado y un comprobado-hace-a-penas-unas-horas talento para las ciencias exactas.

he decido por ahora que los lunes -a manera de prevención- merecen una reducción sustanciosa en los contactos con el espejo, incluyendo en esta cláusula, un menor cuidado y esmero en el pelo. aceptémoslo, vivir un lunes de vida austera, con la acostumbrada dosis de nostalgia y la entera convicción de parecer un mounstruo es en definitiva lo menos cercano a la salud mental que cualquier humano pretende.

16.10.06

[uno.tres]

sentado junto a la misma sensación de cada noche de domingo, anexo los puntos en la lista de pendientes hacia la semana que inicia: retomar mis trámites de servicio social, actividad que requerirá de una mañana -supongo de miércoles- y mantener un tipo de vida "modesto" dadas mis condiciones como deudor. hasta ahora es todo.
respecto a mi noche de sábado, supongo que es de agradecerse el hecho de que en este momento de mi vida la gran mayoría de mis salidas resulten realmente divertidas en el sentido más básico. un atuendo del cual puedo sentirme orgulloso, la dosis necesaria de bebidas alcohólicas, mucha gente... y es entonces al llegar a la parte en la que uno habita una cama absolutamente vacía cuando surge a nuestros ojos el mismo hueco de siempre, esta vez probablemente subrayado por mis múltiples -y fallidas- intenciones de interactuar con más de algún muchacho que mis ojos de noche juzgaron adecuado. debo confesar ahora que de un tiempo para acá empiezo a sentirme verdaderamente opaco al momento de pretender un primer contacto, probablemente sea solamente una mala racha.
para dar continuidad a mis "entradas" anteriores, diré que uno de los desaciertos de anoche se refiere a aquel joven que fue mencionado al reconstruir los hechos de mi noche de miércoles: seguimos en ceros. ni hablar, me dedicaré a las labores domésticas para reencontrarme con la misma cama a la que desde hace tiempo le hace falta duplicar el peso que soporta cada noche. hasta pronto.

15.10.06

[uno.dos]

debo confesar en secreto que bajo un estado de ebriedad tal y frente a uno de los heterosexuales más hermosos que he visto en mi vida, es difícil permanecer inerte. supongo que fue una linda noche de sábado...

14.10.06

[uno.uno]

dentro de un ligeramente preocupante estado de cansancio de mi vida electrónica, me detengo algunos minutos a la disciplina con la necesidad repetida de sentirme un poco más limpio, aunque debo confesar que mis dedos -a consecuencia- se comportan de manera verdaderamente torpe. puedo adjudicar mi desinterés al cultivo de mi vida social a distancia -espero temporal- a mi desmedidamente crecida necesidad de contacto físico en su sentido más protector y humano, y es que un hecho como tal se observa demasiado lejano por ahora y la almohada empieza a ser insuficiente.

en áreas mucho más ligeras: ¡tengo un accesorio nuevo! favorito en definitiva e impagable en entristecida realidad, supongo que tendré que someterme a un extendido lapso de crisis para poder esquivar el enorme bache que me provoca un capricho como éste, por cierto, hablamos de un hermoso reloj que descubrí hoy mismo tras un aparador y que se coloca en sustitución de mi inseparable acompañante por más de cuatro años...

creo que por el día de hoy debo comenzar el grato proceso de preparación previo a alguna salida nocturna del tipo mediana, tengo una mínima sensación de angustia, supongo que nada nuevo, veremos mañana cómo salieron las cosas, una disculpa enorme a mi blog si mis letras en esta ocasión resultan insuficientes o vacías, lo repito, atravieso una etapa difícil en mi relación con las máquinas y los cables.

12.10.06

[uno.cero]

nuevamente a horas en las que la gente habitualmente convive con un profundo sueño, sólo quiero sentir que el orden en mi cabeza será suficiente para poder abordar mi cama ininterrumpidamente.
mi obsesiva -o debería decir caprichosa- búsqueda de accesorios se vio plenamente satisfecha esta mañana; un día laboral absolutamente ordinario, esta vez privativo de unas profundas intenciones de visitar el cine y, un breve paseo nocturno en el que se subraya mi racional intento de convencerme que el periodo de sorpresa con un desconocido que no rebasa los límites de lo imaginado -aunque sí provoca evidentes ganas de estar cerca- debe ser extendido, o bien liberado a la decisión de algún mañana, exprimiendo por un instante esa emoción que provocan unos ojos que intempestivamente se posan sobre los propios. así sin más, esta vez no habrá un intento de mi parte, sin embargo, siempre quedará "el próximo sábado" y -casi siempre- la misma gente.

10.10.06

[cero.nueve]

mis ánimos de encontrarme con el blog se han visto extrañamente disminuídos, no tendría cara para recriminarle a la virgen dolorosa el desarrollo de mi día, al fin y al cabo mi miedo incontrolable de anoche se vio absolutamente exterminado después de la primer sonrisa venida de iván frente a un jotch con las manos escurridas de mojadas.
mis días entonces retoman su orden vacío para recordarme constantemente que lo que se necesita es moverse, y yo por el contrario me encuentro detenido como pocas veces.
por lo pronto mañana antes del mediodía tendré un corte de pelo impecable de nuevo y supongo que mejores aires para mantener a flote la semana, nada de qué preocuparse. esta noche me imagino que un "remedio extendido" -como alguna vez lo dijo una señorita de enorme talento últimamente enrolada de manera asombrosa en una relación empalagantemente rosa, subordinando esta última declaración a mi eterno y poco grato estado de soltería- sería una nueva visita a la casa de los fischer, ellos afortunadamente permanecen en mi vida.

9.10.06

[cero.ocho]

son tales las dimensiones de mi miedo al día de mañana en mi empleo, que declaro -como una promesa- sentirme plenamente satisfecho con mi día si las cosas están simplemente en su orden cotidiano.
debo sumar a mi incipiente lista de pendientes, el adquirir sam's town, objeto que había esperado ansiosamente por un considerable lapso de tiempo y que como consecuencia de la depresión económica no he podido obtener hasta el momento.
me dirijo a mis actividades domésticas que absurdamente comienzan a las doce treinta y pico de la noche, con las manos en señal de rezo y un nudo enorme en el estómago, hasta mañana...

8.10.06

[cero.siete]

había decidido postergar mi encuentro con este blog para ver si en el transcurso del día algún suceso extraordinario llegaba para demostrarme que los domingos son más que un cúmulo de horas lentas, pegajosas, tristes y de un olor muy poco grato, no fue así.
me descubro entonces con mi única esperanza de un lunes ordinario, con mi memoria cinematográfica que gracias al cielo no ha perdido su vigencia y con el propósito firme de no repetir jamás la dinámica de este fin de semana.
por hoy ni siquiera las bermudas y los aparatitos musicales se mostraron para hacerme creer que un ligero paseo por la colonia llena de silencio haría de un pedazo del día una escena un poco más memorable. tomaré un baño vacío de planes para la semana, ¡bueno! acabo recordar que he decidido lanzarme en la búsqueda de un fajín de ésos que se ponen con un esmoquin, buena suerte jotch.
[cero.seis]

empiezo a sentir de manera incontrolada la angustia de lo sucedido hoy por la mañana, la idea de un lunes de trabajo me colapsa del miedo y me hubiera gustado mucho -como ya es costumbre- tener un atuendo y una actividad especiales a estas horas, ni hablar, juro que esta vez me conformo con la tranquilidad de mis días en un trabajo con un jefe que todavía me quiera.

por otro lado he entablado nuevas relaciones entrañables vía electrónica que me han mantenido aquí ya una considerable cantidad de horas, antes de todo esto y como lo tenía planeado acudí al cine, y debo confesar que en una tarde de ciudad vacía, utilizar ropa tan representativa como discreta y sentarme en las primeras filas de una sala sin mayor compañía que mi reloj de siempre resulta una de las partes que más orgullo me provocan en mi vida.

a manera de compensación por el largo periodo de espera, el cine me entregó esta tarde una obra verdaderamente increíble: una historia llevada al plano visual de una forma tan simple como impecable y un protagonista que se anota indudablemente como candidato en la lista de personajes favoritos. deben creer que me sentí realmente privilegiado después de semanas de invocar inutilmente al cine de regreso en mi vida.

en momentos como éste, sufro lo que llamo "una crisis emotiva" y entonces mis recuerdos son más entrañables, mis amigos más preciados y -por desgracia- mis angustias mucho menos llevaderas.

de fiesta y galas por hoy nada, bendito sea ese cine que nos hace sentirnos sólo nosotros.

7.10.06

[cero.cinco]

después de una increíble noche de viernes y como consecuencia una ligeramente alarmante congestión alcohólica, asistir a mi empleo resultó una labor imposible, mi jefe -una de las figuras más importantes en este momento de mi vida- parece estar muy molesto, no tengo un salario semanal y mis intentos de estructurar mi día han sido inútiles.
por primera vez -y probablemente como respuesta a mis previas declaraciones- el cine decidió hacerse presente de nuevo en mi vida, poniéndome como única condición acudir hoy mismo a su encuentro. supongo que por esta vez sacrificaré una noche de fiesta por dos horas en mi intento de reconciliación con las carteleras. por ahora sólo espero que mis tardes de trabajo no se conviertan -como ya ha sucedido- en repeticiones interminables de miedo y mucho silencio.

6.10.06

[cero.cuatro]

viernes y la cartelera en línea no hace más que recordarme que el cine ha preferido tomar distancia de mí. por ahora mis pendientes no rebasan el dejar una habitación impecable, elegir el atuendo adecuado para un día como éste en el que el frío del invierno ya empieza a hacerse presente y -como ya no es novedad- acudir a un empleo vespertino en el que la sensación de parálisis me visita cada vez con mayor regularidad (supongo que tener un suéter de rayas listo para ser utilizado por la noche debe ser motivo suficiente para comenzar el día rodeado de canciones de ésas que hacen a uno creer que la vida a veces no es tan mala).
[cero.tres]

con la promesa de abandonar las teclas por el día -¿?- de hoy, me quedo con las ganas ya habituales de viernes, sábados, gente y ropas muy especiales. he prometido esta vez que voy a controlar mis instintos después de cada noche para así entonces, seguir en la espera de historias de amor verdaderamente fílmicas.
antes de dormir, mi visita ya planeada a la casa de los fischer, el mismo método previo a la almohada y después mi cama, con la misma pared asfalto de hace tiempo. ¿había mencionado ya que me gusta mucho mi habitación?
[cero.dos]

tengo la firme decisión de convertirme en un profesor de secundaria aunque a cada minuto me siento más lejos de conseguir mi objetivo. por estos días mis noches son mucho más largas que las de cualquier citadino normal y tener un blog en este momento resulta extraordinariamente inspirador -esperemos que la constancia no nos falle-.

el cine últimamente me tiene más que abandonado, yo sin embargo, guardo en secreto una poesía de oriente jamás vista antes por mis ojos para cuando el panorama resulte ya absolutamente vacío.
[cero.uno]

con la sensación -y el miedo- cada vez más latente de estar detenido, vivo mis últimos días tras los ojos de claire fischer. tengo unos anteojos solares nuevos y he dejado -por ahora- de buscar motivos para vestir especial, supongo que sentirme un poco menos mounstruo por el momento es suficiente.